En los últimos años se han descubierto las grandes dificultades que existen para apoyar el componente denominando “Calidad de la Educación”, no solo desde el plano estatal, sino también a través de los entes gubernamentales y territoriales. Lo que indica sin lugar a dudas que la municipalidad del país venía transitando en total orfandad para articular de manera, y a modo de convenio, acuerdos estratégicos, alianzas que permitan abrir el horizonte y posibilitar a las regiones avanzar en proyectos de bienestar público y en busca de sus propios desarrollos. Esta mirada y relación oportuna entre lo público, lo privado y los mixtos demuestra que la transformación administrativa es posible, y que le proporciona a los municipios, al igual que a los territorios y las regiones a través de la experiencia y el conocimiento la posibilidad de crecer con nuevas herramientas, lo que permite generar acciones de impacto que logren transformar y mejorar la competitividad a manera de procesos. Esta característica descubre las necesidades: diagnosticando, priorizando, ejecutando; a través de hechos realizables, al igual que el alcance de indicadores que evidencian y calculan el cumplimiento de las metas propuestas.